El colectivo de los trabajadores por cuenta propia está siendo uno de los más perjudicados por el impacto del COVID-19. Precisamente por ello su interés en dotarse de seguros para cubrirse las espaldas ha crecido durante la crisis sanitaria.
La pandemia ha provocado un repunte del 11% en la contratación de seguros por parte de autónomos. No es de extrañar, ya que los trabajadores por cuenta propia son precisamente uno de los colectivos más afectados por la crisis sanitaria. De hecho, 3 de cada 10 autónomos registraron pérdidas superiores a 30.000 euros a lo largo de 2020, según datos de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA). Solo en el tercer trimestre de 2020, más de 100.000 profesionales se dieron de baja del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA).
“En un contexto de crisis, contar con las coberturas adecuadas, como puede ser una baja por enfermedad, un accidente que no permita trabajar o un suceso familiar, entre otras cosas, cobra mayor importancia entre el colectivo de los autónomos”, asegura el informe, que señala que “si bien es cierto que durante los meses de confinamiento la bajada del número de autónomos se pudo apreciar a su vez en la bajada de la búsqueda de seguros para autónomos y pymes, posteriormente, durante los primeros meses del año 2021 se ha observado un repunte del 11% en este tipo de pólizas para autónomos, comercios y el sector empresarial, lo que nos indica que, a pesar de la crisis, los autónomos no sólo no descartan tener seguros sino que tienen una actitud más precavida y se interesan en buscar pólizas que se ajusten a sus necesidades”, analiza.
El seguro echa una mano
En el momento de publicarse el estudio, a finales del pasado mes de marzo, solo el 23,6% de autónomos tenía su negocio funcionando con totalidad, lo que dificulta que los autónomos tengan el mismo nivel económico anterior a la pandemia. Por este motivo, muchas aseguradoras han tratado de dar facilidades ofreciendo ayudas, como el descuento en las primas de pólizas que cubren los riesgos por actividades que no se han podido realizar debido al estado de alarma, ya que estas medidas excepcionales impedían al colectivo desarrollar adecuadamente su actividad o en caso de particulares, un fraccionamiento de las primas sin intereses. Asimismo, numerosas aseguradoras han añadido a sus coberturas de baja laboral las bajas por contraer el COVID-19, además de ofrecer ayudas al sector para facilitar el pago del mismo seguro. Las ayudas que han lazado las propias aseguradoras han servido para que los autónomos hayan cambiado su percepción sobre este tipo de producto y ahora valoren más esta opción para poder proteger sus negocios en tiempos de pandemia. Los seguros de salud, de vida, de accidentes o de baja laboral son algunos de los recomendados para este colectivo.
El papel desempeñado por los seguros y la conciencia de los asegurados autónomos es aún mayor, primero porque han sido unos de los profesionales más afectados por todo lo que ha ocurrido, y segundo, porque ellos, en el mayor de los casos, no disponen del músculo financiero y seguridad que puede dar formar parte de una gran compañía y por lo tanto los efectos y la exposición al riesgo son mucho mayores.
El autónomo es una empresa y, en su adecuada proporción, también debería tener un programa de seguros completo, ya que su exposición al riesgo no difiere mucho en relación al de una empresa mediana.
Del mismo modo que la empresa mediana, el autónomo es sensible a estos nuevos riesgos que podrían materializarse y, por ese motivo, se preocupa de la cobertura de los mismos.
De la RC a la ciberseguridad
Dependerá de la actividad que realice, pero de nuestro porfolio destacaríamos una RC General o una RC Profesional, dependiendo de la actividad a la que se dediquen. A su vez, un seguro especializado en ciberseguridad, independientemente del sector al que se dedique siempre que tenga un componente tecnológico para desarrollar su actividad.
Claramente, una de las tendencias que estamos viviendo en las empresas de todos los sectores es la digitalización y el empleo de nuevas herramientas tecnológicas que permitan dar un mejor servicio a los clientes.
Toda esta digitalización y conectividad conlleva una serie de riesgos, y las pymes y autónomos comienzan a tomar conciencia de que el ciberriesgo no sólo afecta a las grandes empresas o instituciones. Por lo tanto, el seguro de ciberriesgos es una de las opciones que más están teniendo en cuenta las empresas, ya que un ciberataque puede suponer muchas pérdidas.
Por otro lado, el seguro multirriesgos recoge en una sola póliza las coberturas y servicios que la mayoría de las pymes necesitan para una protección integral. Se trata de un producto muy completo, de fácil y rápida tramitación y flexible, que ayuda a las empresas a hacer frente a las numerosas dificultades que surgen para el correcto desarrollo de su actividad empresarial, evitando imprevistos y solucionando los problemas con eficacia y agilidad.
Medio: Adn del Seguro 07/06/21