Actualmente todos utilizamos Internet, en mayor o menor medida y por lo tanto estamos expuestos a estafas en la red. Nuestra actividad en las redes sociales, en los buscadores de empleo o en la banca on-line provocan que nuestros datos y vidas estén muy expuestos en el mundo online. Además, muchas de las compras, transferencias y envíos se gestionan a través de Internet.
¿Cuáles son los peligros de las estafas en la red?
El más conocido es el phising, con el que los delincuentes consiguen nuestros datos y los usan para conseguir nuestro dinero. Una vez obtenidos nuestros datos se usarán para robar el dinero de cuentas bancarias, usar la tarjeta de crédito en compras, venderlos a un tercero o suplantar la identidad.
¿Cómo consiguen los datos?
Los ciberdelincuentes se hacen pasar por otra persona o empresa mediante un perfil falso y a través de portales que parecen seguros. Así, engañan al usuario para que facilite sus datos personales como credenciales de acceso, número de tarjeta, etc.
Algunos ejemplos de estafas son: ofertas de trabajo excesivamente bien remuneradas, en los que nos pedirán dinero para formación o seguridad social; ofertas en las que nos venden objetos o marcas a precios muy baratos; préstamos con muy poco interés, pero que piden pagar una determinada cantidad para tramitarlo; cupones de lotería premiados falsos; o alquiler de viviendas vacacionales para los que pagamos una cantidad por adelantado y no existe o es distinto a lo anunciado.
Si has sido víctima, ¿qué puedes hacer?
Dependerá del tipo de estafa de la que hayas sido víctima, pero en líneas generales:
- Debes recabar pruebas: la web desde la que nos han estafado, así como capturas de pantallas o correos electrónicos, cualquier información que pueda servir a los investigadores.
- Denuncia: aportando todas las pruebas en comisaría o el Juzgado de Guardia.
- Una vez hecho lo anterior, cambia las credenciales de acceso a tus cuentas corrientes, emails, redes sociales…
¿Cómo podemos protegernos?
- Tu banco o empresas no suelen pedir tus datos por email. Por lo tanto, si recibes un correo electrónico que te solicita datos personales, no los facilites. Si has recibido un correo que te genera cierta duda, no lo abras o no hagas click en los enlaces que hay dentro.
- Cuando busques una entidad o empresa, asegúrate de escribir su nombre bien. Muchos delincuentes cibernéticos crean páginas con nombres casi idénticos para aprovechar nuestros descuidos.
- Cambia cada 6 meses las contraseñas de acceso. Es una de las mejores maneras de evitar que estos malhechores puedan atraparnos.
- Contratando una póliza de protección de datos como las que ofrecemos en Grupo Galilea que incluye la reclamación por daños en bases de datos, programas informáticos e apropiación de datos o dinero. Además, de cubrir los daños por la interrupción de la actividad por cualquiera de los daños amparados. Para más información entre en el siguiente enlace: https://grupogalilea.com/seguro/seguro-ciber-riesgos/